Algunos alimentos tienen unas excelentes propiedades nutricionales y resultan muy beneficiosos para nuestro organismo, aportándonos gran cantidad de vitaminas y minerales sin suponer un aporte calórico importante ni desequilibrar nuestra dieta. Este tipo de alimentos pueden ser nuestros aliados para cocinar platos deliciosos y saludables, y así poder cambiar nuestro recetario habitual por uno creativo y beneficioso para nuestro organismo.
La remolacha (beta vulgaris) es uno de los grandes desconocidos en nuestra cocina, a pesar de que se cultiva de forma masiva para otros fines, como la extracción del azúcar o la obtención de alcoholes. De esta planta destacan dos aspectos dependiendo de la variedad. Algunas variedades de esta planta se cultivan para el consumo de sus hojas (las acelgas) y otras para el consumo de la raíz o tubérculo, a lo que comúnmente denominamos remolacha o remolacha roja.
Este tubérculo es fantástico para cuidar nuestra salud, considerada un superalimento, por su contenido en betacianina, minerales, vitaminas del grupo B y tiamina, principalmente. Los efectos sobre el organismo de estas propiedades son diversos. Por una parte, la betacianina o betanina, es un potente antioxidante y anticancerígeno, que nos ayudará a mantener el envejecimiento de nuestras células a raya, promoviendo además que nos sintamos saludables y vigorosos. Junto con el ácido fólico que también encontramos en su composición, hacen un equipo ideal para combatir el envejecimiento.
Los minerales como el hierro y el magnesio nos ayuda a reminalizar nuestro cuerpo y pueden servir para reforzarnos en momentos delicados como la menstruación o la anemia. Su riqueza en fibras hace, además, que nos ayude a tener buenas digestiones, y además tiene una importante función drenante, ayudando a limpiar el organismo de toxinas.
En lo que respecta a su papel en las recetas de cocina, generalmente se utiliza por su atractivo color, que hace que cualquier plato se vuelva mucho más sugerente a la vista. Aunque habitualmente utilizamos la remolacha únicamente en ensaladas, este producto es mucho más versátil. Podemos cocinar gran cantidad de platos de todo tipo, desde dulces – los azúcares de la remolacha son ideales para este tipo de platos sin necesidad de otro tipo de endulzantes – a salados: cremas, croquetas, salsas, etc. Podemos comerla en crudo, encurtida o cocida.
Si, aún así, su sabor nos desagrada pero queremos disfrutar sus propiedades, también podemos encontrar productos de herbodietética que las aprovechan: la remolacha en polvo y el jarabe antioxidante que la contiene son algunos de los más populares.