2917En los últimos años el consumo de bebidas vegetales, ha crecido muy significativamente. Popularmente estas bebidas aún se conocen, como “leche de soja”, “leche de avena” etcétera, ya que muchas personas empezaron a tomarlas como substitutivo de la leche por cuestiones alérgicas o preferencias alimentarias, pero es preferible llamarlas “bebidas de…” seguido del nombre del vegetal del que están hechas, pues la nomenclatura leche es inexacta ya que se refiere específicamente al alimento de origen animal producido por las glándulas mamarias de las hembras.
Hay diversos motivos por los cuales la ingesta de bebidas vegetales ha aumentado. Por una parte están las personas que no toman leche de vaca por la intolerancia a la lactosa (azúcar de la leche), o a la caseína (proteína de la leche). Por ejemplo, cada vez hay más infantes que no pueden consumir leche, y estás bebidas son excelentes para garantizar una alimentación sana para niños. También las personas que siguen una dieta vegetariana suelen optar por este tipo de bebidas, así como, personas que no quieren consumir tantas grasas de origen animal. Además a día de hoy es más fácil comprar bebidas vegetales en una herbodietética online o en tiendas.
Existe un trasvase de antiguos consumidores de leche animal que se pasan a las bebidas vegetales.
Según datos el Observatorio del Consumo y Distribución Alimentaria del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural Marino, se pone de manifiesto un menor consumo de leches de origen animal. En España se ha pasado de consumir alrededor de 99,3 litros por persona al año en el año 2000 a 73, 4 litros por persona al año en 2013. Es decir, aproximadamente un 25% menos de leche consumida al año. En oposición a esto, las empresas que venden y fabrican bebidas vegetales gozan de un aumento de demanda y facturación que de momento no parece que vaya a dejar de crecer próximamente.
Si aún no has probado este tipo de bebidas vegetales te recomendamos que no tardes en introducirlas en tu dieta. Pues los beneficios son múltiples, menos cantidad calórica, vitaminas, proteínas vegetales… Además gracias a la gran variedad existente sus posibilidades culinarias son infinitas. No tiene sentido limitarse a tomarlas con cacao o en el café, con estas leches, se pueden cocinar bechamel, cremas, batidos, flanes, repostería… Con la ventaja de contener menos grasas que la leche de vaca o el resto de leches de origen animal.