En los cambios de estación, muchos sufrimos la caída del cabello o distintos problemas cutáneos o enfermedades de la piel, como eczemas o sequedad. En ocasiones estas afecciones se ven reforzadas por la cantidad de productos químicos que utilizamos en nuestros rituales habituales de higiene y belleza, por lo que podemos intentar mejorar el estado de nuestra piel y nuestro cabello por distintas vías.
Por una parte, podemos consumir complementos nutricionales que nos ayudarán a mejorar el cuidado de la piel y el cabello desde dentro. Uno de los complementos alimenticios que nos ayudará a mejorar el estado de nuestra piel es el aceite de onagra, muy recomendable para combatir eczemas, psoriasis o como remedio natural para el acné. También podemos tomar comprimidos de colágeno y queratina, con gran cantidad de componentes beneficiosos para la salud de la piel que ayudarán a que se mantenga tersa, hidratada y luminosa. Asimismo, podemos recurrir a los betacarotenos o las enzimas digestivas vegetales.
Por otra parte, si no queremos tomar comprimidos, podemos comenzar por cambiar los productos que utilizamos en nuestra higiene habitual. Por una parte, podemos mimar nuestra piel y nuestro cuero cabelludo con cosméticos naturales en lugar de los habituales, que contienen gran cantidad de químicos que pueden resultar muy agresivos. Para los más pequeños, así como para los que tienen una piel muy seca o sensible, podemos utilizar el champú natural ecológico de caléndula, que calma la piel y no irrita los ojos, y contiene todas las propiedades beneficiosas de la caléndula.
Si en esta época del año acostumbramos a notar nuestro cabello débil, debemos recurrir a alguno de los remedios naturales para la caída del cabello. Una de las formas más sencillas de hacerlo es adquirir un champú natural anticaída o un champú que refuerce nuestro cabello aprovechando todo el poder de las plantas medicinales.
Por otra parte, en el caso de que notemos que nuestra piel se resiente, podemos recurrir a un completo tratamiento de belleza natural. Para comenzar, es recomendable que incorporemos a nuestro ritual la arcilla verde, para reminalizar y purificar la piel profundamente, además de protegerla. Tras este paso, podemos optar por distintos productos naturales que nos ayudarán a hidratar nuestra piel, dependiendo de sus necesidades. Podemos probar algunas cremas populares en la cosmética natural como la de aloe vera o la de jalea real.
Pasándonos a los cosméticos naturales notaremos cómo nuestra piel y nuestro cabello se ven reforzados y se muestran mucho más saludables, fuertes y gozan de un mejor aspecto.