El verano es una de las estaciones preferidas para muchas personas, además de porque suele ser el momento en el que disfrutamos de las vacaciones más largas, porque podemos disfrutar del buen tiempo. Pasar unos días en la playa o la montaña, rodeados de la naturaleza, nos sirve para desconectar de la rutina, relajarnos y deshacernos de toda fuente de estrés.
En verano, acostumbramos a pasar mucho tiempo expuestos al sol, ya sea directamente tomando el sol tumbados en la playa o bien indirectamente mientras realizamos actividades al aire libre. Es por esto que durante los meses de verano debemos protegernos especialmente de los rayos solares nocivos tomando distintas medidas. Cada vez estamos mas concienciados de la necesidad de emplear protectores solares, pero podemos maximizar la protección de la piel cuidando nuestra alimentación. De esta forma, lograremos tener una piel sana y un bonito bronceado natural.
Para lograrlo, una de las vitaminas para la piel más importantes es la vitamina A, que funciona como antioxidante. Una de las mejores formas de obtener esta vitamina es a través de los betacarotenos, presentes en numerosos alimentos naturales, que se convierten en vitamina A al ser procesados por el intestino delgado. Encontramos betacarotenos principalmente en frutas, hortalizas y verduras de color rojo, naranja o amarillo – como las zanahorias, la calabaza, los albaricoques o la sandía –; pero también en otros de color verde – espinacas, lechuga, judías… –. También podemos comprar betacaroteno en cápsulas o perlas en establecimientos como nuestra herbodietética online, para reforzar la protección de nuestra piel durante los meses de verano.
Las propiedades del betacaroteno se traducen en gran cantidad de beneficios para el organismo. Por una parte, en lo relacionado con la piel, no sólo contribuye a que consigamos un bronceado perfecto, sino que sirve como protector de los rayos ultravioleta, algo que lo convierte en crucial para la prevención del cáncer de piel. Además, es un potente antioxidante, que previene el envejecimiento prematuro de la piel, y ayuda a que nuestro organismo se mantenga joven y vital. Además, es útil en la prevención de enfermedades cardiovasculares y para reforzar el sistema inmunitario.
Estas características convierten a los betacarotenos en el aliado ideal para el verano, contribuyendo a que nos sintamos bien por dentro y por fuera, gracias a su refuerzo del sistema inmunitario y sus propiedades antioxidantes, y ayudando a que podamos disfrutar del sol sabiendo que nuestra piel está bien protegida.