En ocasiones somos algo conservadores en cuanto a los alimentos que incluimos en nuestra dieta por simple tradición. Las materias primas que utilizamos habitualmente son aquellas que encontramos en las recetas tradicionales, principalmente productos de la tierra en la que nos hemos criado o donde vivimos.
Sin embargo, hoy en día es muy sencillo conseguir productos alimenticios de todo el mundo y disfrutar de una alimentación más saludable gracias a las propiedades de estos alimentos. Uno de estos productos, procedente de Japón, a los que estamos poco acostumbrados son las algas marinas. Las algas comestibles son un producto muy saludable, con numerosas propiedades beneficiosas para el organismo y, además, podemos preparar deliciosas recetas con algas.
Las algas comestibles, como las algas wakame o las algas kombu son muy apreciadas en todo el mundo, por sus propiedades y su sabor. Las algas ecológicas de la variedad wakame son muy útiles en dietas para bajar de peso, porque no contienen grasas. Además, son ricas en minerales, calcio, vitaminas del grupo B y resultan muy útiles para depurar el organismo. Por su parte, las kombu son muy adecuadas para mejorar el tránsito y cuidar la flora intestinal y, a su vez, son fantásticas para adelgazar, ya que estimula el metabolismo.
Otra de las diferencias entre estos dos tipos de algas es su textura. Las algas wakame son más finas que las kombu y, por tanto, son más rápidas de cocinar. Sin embargo, podemos usar ambos tipos para preparar distintas recetas con algas.
En cuanto a las recetas con algas wakame, destacan algunos platos más sencillos debido a lo rápidas que son de cocinar. Podemos tomarlas simplemente remojadas, cocidas como condimento para caldos o sopas, en ensaladas e infinidad de opciones, ya que además se puede añadir a purés o masas para albóndigas y similares, a las que aportará una textura muy agradable.
Por otra parte, podemos preparar recetas con algas kombu más elaboradas. De hecho, este tipo de alga combina especialmente bien con las legumbres, y además, por su contenido en ácido glutámico, consigue reducir su tiempo de cocción. Podemos, incluso, adquirir algas ecológicas combinadas con legumbres, como lentejas con algas. También podremos incorporarlas a platos más sencillos como lo haríamos con las wakame, pero teniendo en cuenta que deberemos dejarlas en remojo, como opción ideal, durante toda la noche, como lo haríamos con las legumbres.
Conociendo un poco más sobre ellas, podemos animarnos a incluirlas en nuestra dieta. Las algas son especialmente recomendables si seguimos una dieta macrobiótica, queremos perder peso o, simplemente, llevar una alimentación más saludable. Por su alto contenido en sodio y yodo, las personas con problemas de tiroides o hipertensión deberían evitar su consumo.